Perú, es un país que ha mantenido un crecimiento económico estable gracias a la demanda interna y a las exportaciones de recursos minerales como el cobre, el oro y el zinc, luego de la senda macroeconómica liberal introducida en los años noventa por el presidente Fujimori, de ascendencia japonesa. Sin embargo, la disparidad entre las zonas urbanas y las regiones montañosas/amazónicas sigue siendo grave, y algunas zonas carecen de infraestructuras básicas como electricidad, agua y desagüe. Muchas minas son explotadas por empresas extranjeras y los beneficios del crecimiento económico no son compartidos a toda la población. Pero Perú fue una vez uno de los países líderes en el mundo. Durante el Imperio Inca, los incas gobernaron un vasto territorio con una civilización avanzada y una estructura social basada en el rico entorno natural de la cordillera de los Andes y en diversas culturas indígenas. Desarrollaron la agricultura utilizando instalaciones de riego a gran escala, una red de carreteras y técnicas de construcción en piedra, logrando una nación poderosa. Los lugares patrimonio de la humanidad que han conservado su nombre, como Machu Picchu y Cuzco, atraen a muchos turistas extranjeros. Sin embargo, desde la conquista por los españoles a principios del siglo XVI, se creó durante 300 años una estructura dependiente del dominio colonial y la extracción de recursos. Como resultado, se formó una sociedad jerárquica, con los conquistadores y sus descendientes blancos en la cima, y los mestizos y población indígena en la parte de abajo. Actualmente, el gobierno peruano está trabajando para mejorar esta situación enfocándose en la educación, la atención médica y la infraestructura, a fin de lograr un crecimiento económico duradero y construir una base social estable. En materia de educación, el gobierno está desarrollando aspectos tangibles e intangibles para ofrecer una educación de alta calidad a todos los niños, y en sanidad, está mejorando la calidad y la accesibilidad de servicios médicos con un enfoque en la salud maternoinfantil y el control de enfermedades infecciosas. Referencias: "Cincuenta capítulos para conocer Perú" (2012)

El café peruano se nutre de la diversidad topográfica y el clima del pie de la Cordillera de los Andes. Las regiones montañosas de hasta 2000 m de altitud producen un café de gran calidad. La mayoría de los productores de café en Perú son pequeñas fincas familiares que practican una agricultura sostenible y respetan los métodos de cultivo tradicionales. Se practica ampliamente la agricultura ecológica, que reduce el impacto ambiental minimizando el uso de fertilizantes y pesticidas químicos. Las principales zonas productoras del Perú son Cajamarca, Cuzco y Puno. Cajamarca está ubicada en la región montañosa del norte del Perú, distinguida por un rico suelo volcánico y una gran altitud. Es la principal región productora de café de especialidad, cuya característica es su brillosa acidez. Cusco está ubicado en la Cordillera de los Andes en el sur del Perú y es una región histórica conocida como la antigua capital del Imperio Inca. Su café se caracteriza por su cuerpo espeso y su sabor a chocolate negro. Puno se encuentra en el sur del Perú, cerca al lago Titicaca, y es una región de gran altitud. El clima seco de Puno confiere al café una complejidad de sabor única, produciendo una taza limpia, floral y sofisticada. La producción del café peruano está profundamente arraigada a la protección del medio ambiente y a la agricultura sostenible. Muchos cultivadores trabajan a mano, desde la recolección hasta el procesamiento, para mantener la alta calidad del café de especialidad. El café de especialidad peruano se caracteriza por su variedad de sabores y alta calidad, y es el preferido por los amantes y expertos del café alrededor del mundo. Aunque su volumen de producción no iguala al de otros países sudamericanos, el Perú se está consolidando en el mercado de café de especialidad con su sabor único y alta calidad.