Tanzania está situada en el centro de África Oriental. Es el hogar del monte Kilimanjaro (5895 m), el pico más alto del continente, y cuenta con siete lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (cuatro naturales y tres culturales). Los Parques Nacionales de Serengeti y Kilimanjaro en el norte se han convertido en populares atracciones turísticas, ya que fueron el modelo de la película de Disney El Rey León. Aunque alberga más de 100 grupos étnicos, es conocido como el país democrático más pacífico y estable de África Oriental. Los cimientos los puso el primer presidente del país, Julius Nyerere (1922-1999), conocido como "el Padre de la Nación". El retrato de Nyerere aparece en los billetes actuales junto a leones, elefantes africanos y otros animales salvajes que viven en la sabana. Tras independizarse de Gran Bretaña en 1961, Nyerere persiguió constantemente el "socialismo Ujamaa (familia y fraternidad en suajili)" para hacer realidad su visión de comunidad igualitaria, donde no haya diferencias entre ricos y pobres. Gracias a que el suajili es el idioma oficial y a que la educación primaria es gratuita, casi el 100% de la población entiende suajili. El plan de las aldeas Ujamaa tenía como objetivo el desarrollo autosuficiente de las aldeas rurales y promovió el trabajo cooperativo en granjas colectivas, a veces reubicando a la gente a la fuerza. Sin embargo, una combinación de sobrecarga burocrática, corrupción y guerra con Uganda hundió la situación económica del país a principios de la década de 1980. Tanzania fracasó en su enfoque idealista de construcción de una nación y se atrazó su economía, pero nunca ha experimentado una guerra civil o un golpe de estado desde la independencia, lo que lo convierte en un país raro entre los países africanos donde ocurren con frecuencia conflictos étnicos.

En cuanto a los orígenes del café en Tanzania, hay registros de que se introdujo desde Etiopía y de que la tribu Haya del noroeste lo bebía como estimulante. En el siglo XIX, los misioneros católicos trajeron el café desde la isla La Reunión, y Alemania, país dominante en aquella época, tomó la iniciativa y la producción de café se desarrolló principalmente en el norte. Después de la independencia en 1961, el gobierno estableció grandes cafetales en el sur de Tanzania e intentó incorporar un sistema cooperativo, pero no fue aceptado por los caficultores, y la mayoría de las cooperativas terminaron disolviéndose. El sistema mejoró notablemente con la privatización de la industria cafetera a principios de los años 90, con subastas y clasificaciones (AA, AB, etc.) realizadas por la Junta del Café de Tanzania (TCB). Los caficultores ahora pueden subastar sus productos en la Bolsa de Café de Moshi, o fijar ellos mismos sus precios y vender directamente a compradores y exportadores. Los principales destinos de exportación del café de Tanzania son Japón y Estados Unidos. Particularmente Japón ha logrado establecer la marca "Kilimanjaro" y tiene una demanda estable y elevada. Acerca de AMCOS En el 2018 se introdujeron repentinamente cambios en las normas de distribución. Se prohibió a los productores vender su café directamente a los compradores y exportadores, y sólo se les permitió venderlo a la cooperativa AMCOS (Sociedad Cooperativa de Comercialización Agrícola). AMCOS está instalada en distintas zonas de Tanzania y el café se vende por unidad de AMCOS. Este cambio confundió a muchos cafeteros. Una de las desventajas es que los compradores que invirtieron previamente en un determinado caficultor ya no pueden comprar café directamente de ese caficultor. Esto dificulta que los caficultores reciban inversiones. Además, al no poder más los compradores participar en el procesamiento, se hace difícil el control de la calidad y la elaboración de productos que satisfagan sus necesidades. Sin embargo, también tiene sus ventajas. Los productores reciben sí o sí una ganancia justa de parte de AMCOS. Además, al comercializarse a través de AMCOS el café de alta calidad que antes se vendía directamente, puede que aumente la conciencia general de los productores sobre la calidad. Aunque la norma no se aplica a los grandes cafetales con licencia, debido a que el 90% de los caficultores de Tanzania son pequeños productores, el impacto de este cambio de norma en la industria cafetera tanzana es muy significativo. El sector cafetero de Tanzania recién está creciendo pero tiene un gran potencial, y es sin duda uno de los países productores en que los compradores del mundo han puesto su esperanza.