Ubicado frente al Océano Índico, Kenia es la principal potencia económica de África Oriental. Es hogar de 59 parques nacionales, reservas nacionales y santuarios de animales, también conocidos como "tesoros de vida silvestre", y el turismo es una de sus principales industrias. El turismo de safari es especialmente popular. Kenia se independizó del dominio británico en 1963. Mientras que países vecinos como Tanzania y Uganda eligieron un camino socialista, el país estableció un sistema capitalista y adoptó políticas abiertas que eran pro-occidentales. Al centrarse en la promoción de la manufactura, el turismo y la agricultura, el país mantuvo una alta tasa de crecimiento económico y en la década de 1970 fue llamado "el alumno modelo de África". M-Pesa, el primer sistema de transferencia de dinero por teléfono móvil del mundo, se introdujo en Kenia y es conocido como un símbolo del fenómeno del salto tecnológico. M-Pesa es un servicio que reemplaza las funciones bancarias y permite enviar dinero, realizar pagos, depósitos y retiros mediante el envío de SMS (mensajes cortos) desde un teléfono móvil. Combinado con la rápida difusión de los teléfonos móviles, M-Pesa rápidamente se hizo popular entre la gente pobre que no tenía cuentas bancarias y en zonas sin bancos ni cajeros automáticos. La tasa de penetración de M-Pesa es aproximadamente del 90% y el monto total de la transacción equivale aproximadamente al 70% del PIB (2022). Con la creciente adopción de M-Pesa y la expansión de sus servicios, la ciudad capital de Nairobi, comúnmente conocida como "Silicon Savanna" y sede empresas como IBM, Intel y Microsoft, se ha convertido en un importante centro tecnológico. Las startups están recaudando tanta financiación como Nigeria, Sudáfrica y Egipto, y los centros de incubación como iHub están fomentando el espíritu empresarial y la innovación.

Es hogar de varios volcanes, como el Monte Kenia, y posee un entorno ideal para el cultivo de café, que incluye un suelo de ceniza volcánica roja rica en nutrientes, la altitud adecuada y un clima favorable. Además, a pesar de ser un país vecino de Etiopía, el origen del café, es un país productor relativamente nuevo, ya que la producción de café comenzó hace apenas unos 100 años. Sus famosas zonas de producción incluyen las zonas de Nyeri y Embu, al pie del Monte Kenia. Estas tierras se encuentran a solo tres horas en coche de la capital, Nairobi, lo que genera preocupación por la pérdida de terrenos agrícolas debido a la expansión urbana. Kenia tiene un sistema de producción de café completamente sistematizado, y parece más apropiado llamar al café una industria que una agricultura. Inorgánico y frío, el beneficio da la impresión de una fábrica de productos industriales. Esto está profundamente influenciado por los antecedentes históricos de estar bajo el dominio británico. En Kenia sólo se cultiva un número limitado de variedades de café, la mayoría de las cuales son SL28, SL34, Ruiru11 y Batian. El nombre SL significa Scott Agriculture Laboratories, que fue fundado por los británicos durante la época colonial. SL28 y SL34 tienen una productividad y calidad excelentes y ahora se están extendiendo a otros países productores. Ruiru11 y Batian fueron desarrolladas por la Coffee Research Foundation (ahora KALRO) como variedades resistentes a enfermedades como la roya y el CBD (Coffee Berry Disease, o antracnosis). La variedad Ruiru 11 se desarrolló en 1985 como medida contra las enfermedades, pero la calidad de su taza se consideraba inferior. La variedad Batian se desarrolló en 2010 para superar esta debilidad. Batian tiene una excelente calidad en taza y al mismo tiempo sigue siendo resistente a las enfermedades. Ruiru es el nombre del lugar donde estaba ubicado el instituto de investigación y Batian es el nombre del pico del monte Kenia. Referencia: World Coffee Research Además, la producción de café en Kenia se organiza a través de un sistema de subastas bien estructurado. El 90% del café se compra y vende a través de subastas que se llevan a cabo todos los martes en la Bolsa de Café de Nairobi. Este sistema de subasta es tan eficaz que la Taza de Excelencia se diseñó siguiendo su modelo. La Taza de Excelencia nunca se ha celebrado en Kenia, posiblemente porque no se considera necesaria. Aunque este sistema permite una evaluación justa de la calidad, presenta limitaciones significativas. Los productores carecen de espacio de negociación sobre los precios y, debido a la estructura del sistema, reciben los pagos varios meses después de completarse la venta. Esto genera dificultades económicas para los productores, lo que constituye el problema fundamental detrás del aumento de los precios del café y la disminución de la producción en Kenia. Una nueva generación está tomando medidas para superar esta debilidad estructural. Nos complace presentarles a curadores de dos empresas que representan una nueva era. Les invitamos a ser testigos de este punto de inflexión histórico, donde estamos asumiendo la responsabilidad del futuro del café keniano.