Brasil es la mayor economía de Sudamérica y miembro de los BRICS+ como representante de las economías emergentes que prometen crecimiento en el futuro. En particular, la economía se sustenta en la producción y exportación de recursos como el petróleo crudo y metales ferrosos, y de productos agrícolas como la soja y el café. Con una población de más de 200 millones de habitantes, Brasil tiene un enorme potencial como mercado de consumo: ocupa el tercer lugar del mundo en consumo de cerveza y el cuarto en el mercado de cosméticos. Uno de los elementos que caracterizan a Brasil es su diversidad étnica y cultural. Tiene una mezcla diversa de culturas, empezando por Portugal, que colonizó Brasil en el siglo XVI, incluyendo esclavos africanos, inmigrantes europeos, luego árabes y japoneses, entre otros. Símbolo de ello es el Carnaval de Río, el "mayor espectáculo del mundo", al que acuden cientos de miles de personas cada año. Para los brasileños, este festival es más que una fiesta; es un lugar para expresar su identidad, y también juega un papel en la promoción de la inclusión social al reunir a diferentes clases sociales y razas. También hay aproximadamente 1,7 millones de indígenas (menos del 1% de la población), principalmente en la Amazonia, de los cuales el 58% vive en reservas indígenas. La nueva constitución democrática de 1988, que reconoce de forma permanente los derechos territoriales de los pueblos indígenas y el derecho a conservar sus culturas autóctonas, marcó un punto de inflexión histórico. Uno de los problemas sociales más graves de Brasil es la degradación del medio ambiente. Los pueblos indígenas están luchando para defender sus derechos territoriales en la Amazonia, donde la deforestación ilegal es galopante y cada año se pierden grandes extensiones de bosque. En estas circunstancias, la agrosilvicultura está atrayendo la atención como solución sostenible y se utiliza para equilibrar la protección del medio ambiente y el desarrollo comunitario. Referencias: "Cincuenta capítulos sobre la historia de Brasil" (2022)

Brasil es el mayor productor de café del mundo, y cerca de un tercio de la producción mundial procede de este país. Se produce tanto Arábica como Robusta (conocido como Conilón en Brasil), y debido a la gran extensión territorial y a las diversas condiciones climáticas del país, en cada región se pueden encontrar cafés con diferentes sabores y características. La mayor región productora de café de Brasil es el estado de Minas Gerais, conocido por producir café Arábica de calidad especialmente alta. La región de Cerrado Mineiro se encuentra a una gran altitud y produce un café de excelente acidez. La región de Santos, por su parte, produce un café clásico con notas de chocolate y nueces. Espírito Santo es el principal productor de café Robusta (Conilón), pero en los últimos años también ha llamado la atención el café de especialidad de la variedad Arábica. El estado de São Paulo es el centro histórico del café brasileño, especialmente la región de Mogiana, muy popular entre muchos compradores. El estado de Bahía es una región cafetera emergente, donde se utilizan técnicas de irrigación. El café se cultiva en un clima seco, lo que le confiere un perfil de sabor muy singular. El café de Brasil tiene la fama de ser barato, pero la producción de café de especialidad aumenta año tras año y está atrayendo mucha atención. Además, si bien su mayor modelo de producción es en masa y tienen un gran impacto ambiental, cada vez hay más productores concienciados con la sostenibilidad y esta tendencia es cada vez mayor.