Yemen, un país de Oriente Medio situado en el extremo sur de la península arábiga, limita con Arabia Saudita y Omán. El casco antiguo de su capital, Saná, está inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, y su paisaje urbano de edificios construidos con piedra y adobe se describe a menudo como "el mundo de Las mil y una noches". Yemen, conocido como "la cuna de los árabes", prosperó en los tiempos antes de Cristo como punto de tránsito comercial en la "Ruta de la Seda marítima" que iba desde la India hasta el Mediterráneo pasando por África Oriental. También era un importante productor de especias y productos agrícolas, lo que llevó a los europeos a llamarlo con envidia "Arabia Felix" (Arabia Feliz). Su topografía, caracterizada por una cadena de escarpadas montañas rocosas de 2000 a 3000 metros de altura, destaca entre los países de Oriente Medio, donde predominan los desiertos. Estas montañas, que actuaron como fortalezas naturales, ayudaron al país a repeler invasiones extranjeras y evitar el dominio colonial. Como resultado, los yemeníes se caracterizan por una fuerte independencia y exclusividad, con fuertes lazos tribales. Incluso hoy, en muchas áreas el gobierno central ejerce limitada influencia y mantienen una sociedad tribal relativamente intacta. La economía de Yemen depende del petróleo y el gas natural, aunque su producción y exportación son insignificantes en comparación con los países petroleros vecinos. Aunque la liberalización económica ha avanzado desde mediados de los 90, el largo periodo de economía dirigida por el gobierno ha resultado en que Yemen tenga el PIB per cápita más bajo de Oriente Medio. En contraste con sus vecinos, que han experimentado una rápida modernización gracias al dinero del petróleo, Yemen es conocido como "el país más pobre del mundo árabe". Debido a la estricta observancia de los preceptos islámicos, hay una fuerte tendencia conservadora que espera que los hombres sean el sostén de la familia y que las mujeres apoyen a sus maridos desde el hogar. Un fuerte sentido de las normas basadas en las enseñanzas islámicas sobre "cómo deben ser las cosas" se traduce en un carácter nacional que valora el orgullo y el honor.

Yemen está profundamente conectado con la historia del café. Los cafetos fueron traídos a Yemen desde Etiopía en el siglo XVI, y en el siglo XVII, los comerciantes holandeses exportaron café de Yemen a Europa, y desde allí se extendió por todo el mundo. El puerto de Yemen Moka, ubicado a orillas del Mar Rojo y con vistas al continente africano, es conocido como el primer puerto del mundo desde el que se exportó café a gran escala. Es por eso que el café de Etiopía y Yemen se llama colectivamente "Moka". Yemen es, por así decirlo, el origen del comercio del café. El café en Yemen se produce principalmente en el noroeste. Debido a la gran cantidad de precipitaciones, el café se cultiva en terrazas. Las plantaciones de café en terrazas son un paisaje único en Yemen. Las zonas de producción famosas incluyen el distrito Bunny Mataru, donde se produce la marca de café Moka Matari, y el distrito Haraz, donde se produce Moka Haraz. Ambos están situados alrededor del monte Nabi Shuaib, cerca de la capital, Sanaa.