En 2010, Peloso Coffee Roasters (en lo sucesivo, Peloso Coffee) nació en Taipéi, Taiwán. Los fundadores Kankan y Shier, son socios en los negocios y en la vida privada. Su filosofía de que “el buen café es parte de la vida cotidiana” refleja la visión de la vida de estas dos personas que apunta a “integrar el trabajo y la vida diaria”.
Dos veinteañeros iniciaron Peloso Coffee a partir de una cafetería de 33 m² con conocimientos y capital limitados. En poco más de diez años lograron crecer hasta regentar una tostaduría con barra para llevar, y estar a cargo de una cafetería con un equipo de unas 10 personas. A medida que la empresa fue creciendo, empezaron a encargarse de administrar el personal y, en los últimos años, Kankan y Shier están preparando nuevos objetivos ahora que tienen menos ocasiones de estar en sus locales.
Un lugar cómodo para todos
Un tercer lugar donde las personas pueden relajarse, que no es ni el hogar (primer lugar) ni el trabajo o la escuela (segundo lugar). Starbucks fue pionero en aplicar ese concepto en la industria del café, pero la cafetería Peloso Coffee, que parece más una habitación que una cafetería, también es una especie de tercer lugar.
Creo que las cafeterías son un lugar insustituible para poder estar solo. En nuestra cafetería, evitamos decoraciones y exhibiciones complicadas y llamativas, y usamos muebles y accesorios que transmitan la calidez de la madera porque queremos brindar a nuestros clientes un alivio tanto físico como mental. Nos alegra ver que algunos clientes se llegan a relajar tanto que se quedan dormidos en nuestro local.
A los clientes que pueden estar sintiéndose mal y entran a nuestra cafetería para recuperarse, les orientamos a un asiento más cómodo y les servimos un vaso de agua templada. O si vemos que un cliente quiere hablar de sí mismo, lo escuchamos lo mejor que podemos.
Recientemente, a pesar de que la cantidad de cafés está aumentando cada vez más en Taiwán, desafortunadamente hay muchos sitios que carecen de interacción con las personas. Creo que hay muchos clientes que vienen a la cafetería porque quieren conectar con alguien de alguna manera, así que tratamos de estar lo más interesados posible en ellos y tratar de entenderlos.
Así y todo, no sacrifican su felicidad para mimar a sus clientes. Hay cientos de libros alineados en las estanterías, y se reproduce música de fondo seleccionada de acuerdo con la atmósfera del día. Todos los libros y la música son del gusto de Kankan y Shier.
Esto se debe a que el local es una extensión de nuestra vida diaria. Nuestro trabajo es proporcionar a nuestros clientes café tostado y preparado, pero creemos que podemos desempeñarnos mejor si trabajamos en un ambiente cómodo.
Queremos aunar el trabajo y la vida diaria
Kankan y Shier se conocieron en 2008. Kankan, que en ese momento era estudiante de maestría, comenzó a trabajar a tiempo parcial en una tostaduría. Allí se hicieron colegas. Esa cafetería, que tenía el expreso de estilo italiano como fuerte del menú, era una adelantada en su época.
No es que tuviera algún sentimiento especial por él desde el momento en que lo conocí. Él, que es mayor que yo, me enseñaba en su tiempo libre el método de tostar y a veces discutíamos sobre el café. Nos acercamos más a medida que fue pasando el tiempo.
El mayor rasgo de Kankan es que es muy exigente con el café y el trabajo, y es muy honesto. Hay personas que pasan por alto cosas que pueden mejorar porque creen demasiado en su café, pero él siempre estaba reflexionando sobre sus carencias pensando en mejorar y crecer. Eso es lo que me atrajo de él.
Shier, amaba la historia y se estaba especializando en Lengua; Kankan, estudiaba ciencias naturales. Ambos se graduaron sin poder conectar sus gustos con el trabajo y andaban en busca de su futuro mientras trabajaban en la cafetería. Finalmente decidieron abrir su propio local porque estaban encantados de trabajar en un establecimiento donde podían compartir con los demás el café que preparaban, su tiempo y el espacio que tenían.
Obviamente nos gusta el café, pero empezamos por el simple deseo de servir café a la gente. Originalmente, queríamos combinar nuestro trabajo con nuestras vidas, y aunar nuestros intereses con nuestro trabajo, por lo que pensamos que una cafetería sería un negocio que podríamos manejar por un buen tiempo.
A pesar de ello, ambos tenían solo unos pocos años de experiencia en el negocio, y ninguno de ellos tenía habilidades o conocimientos sólidos. No se sentían seguros, pero también pensaron que no podrían adquirir experiencia hasta que no administraran el local de verdad. Después de reflexionar mucho, fundaron Peloso Coffee, respaldados por una mentalidad positiva de creer en el éxito y el trabajar duro. Era el año 2010.
Fue de agradecer la amabilidad del gerente de la cafetería para la que trabajábamos. Generosamente compartió con nosotros los problemas que podríamos enfrentar después de abrir el negocio, así como sus conocimientos y habilidades con respecto al café. Pudimos ponernos manos a la obra sacando valentía de donde no la había gracias a este tipo de apoyo.
Crear un entorno en el que se puedan asumir desafíos
Peloso Coffee era un local de 33 m² en donde tuvieron instalada una tostadora hasta que se mudaron a otro lugar unos años después de su fundación. Aprovecharon al máximo ese espacio limitado poniendo 15 asientos, incluidos 7 u 8 asientos en la barra. En parte porque no intentaron atraer clientes de manera activa, y en parte debido a que estaba ubicado en una zona residencial con pocas instalaciones comerciales, no tuvieron mucha clientela.
Kankan aún mantiene muy vivos los recuerdos de los seis meses posteriores a la apertura. Esto se debe a que pasó la mayor parte del tiempo escuchando música y leyendo libros dado que no había ningún cliente en el local. Pasaron alrededor de dos años y medio antes de que pudieran ganar sus propios gastos para vivir.
A pesar de ello, no me alteré mucho porque era un desarrollo que tenía asumido de antemano. Estaba decidido a que tenía que superar cualquier dificultad. Tuvimos la suerte de que el mercado del café en Taiwán estaba en auge y comenzó a crecer la demanda de tener una buena cafetería cerca de casa.
En ese momento, el café de especialidad aún no se conocía a gran escala, por lo que tengo la impresión de que se aceptó sin muchos estereotipos ni prejuicios. Creo que moldear la línea de productos de acuerdo a las reacciones y gustos de los clientes es un factor que ayudó al crecimiento de la cafetería.
Incluso a nivel internacional, la mayoría de las cafeterías que sirven café de especialidad son pequeñas tiendas que son extensiones de empresas privadas. Si ampliaran la escala podrían servir este café a más clientes, pero será difícil mantener la calidad y la pureza. ¿Ampliar o reducir su escala? Peloso Coffee —una mediana empresa con una tostadora de 3 kg y una cafetería de 30 asientos— se encontraba en una encrucijada.
Después de mucho debate, llegamos a la conclusión de expandir la escala porque pensamos que obtener más ganancias facilitaría asumir nuevos desafíos.
Allá por el 2018, comenzaron a tener nuevos clientes mayoristas mientras trabajaban la cafetería. Obviamente, no se puede hacer una inversión audaz a menos que se pueda asegurar una cierta cantidad de clientes. Después de establecer una clientela trabajando con una tostadora prestada durante aproximadamente medio año, se compraron su propia tostadora de 15 kg.
En 2020, abrieron una tostaduría porque aumentó la cantidad de grano de café verde que compraban así que necesitaban un lugar para almacenarlos. Dado que estaban en una zona industrial, también abrieron un local de estilo para llevar, para los clientes que pasaban por ahí antes de ir a trabajar.
La consultoría para mayoristas también es un nuevo negocio que Peloso Coffee inició casi al mismo tiempo. Cumple la función de atender consultas y resolver los problemas que puede enfrentar un local al servir cafés o sobre el mantenimiento de las máquinas.
Gracias a que se nos facilitó el recibir retroalimentación de los clientes, pudimos mejorar el resultado de nuestro café. Los mayoristas también han ganado confianza en los productos que venden y creo que esto ha tenido un impacto positivo en las operaciones de nuestro local.
Se puede crecer porque lo hacemos trabajo
Cuando fundaron la empresa, nunca imaginaron que se expandiría tanto. Ambos ya no tienen tiempo para leer libros durante el horario comercial. Debido a que tienen que gestionar a unos 10 empleados, las oportunidades de interactuar directamente con los clientes en su local han disminuido significativamente.
Queremos que Peloso Coffee mantenga su escala actual, pero también queremos tener ocasión de interactuar directamente con nuestros clientes, por lo que en unos 15 años abriremos un pequeño establecimiento que atenderemos solo nosotros dos. Después de trabajar más de 10 años en este negocio, mi forma de pensar ha cambiado y he acumulado muchas ideas. El diseño interior, la música de fondo y el estilo del nuevo establecimiento puede que cambie significativamente de lo que es ahora. Sin embargo, no importa cuándo o de qué manera abramos un nuevo negocio, nuestra filosofía de integrar el trabajo y la vida no cambiará.
Cualquier cosa que se convierte en trabajo trae consigo ciertas responsabilidades y obligaciones. Ganarse la vida puede convertirse en el propósito de ese trabajo y puede que se pierdan esos sentimientos puros que alguna vez se tuvieron. Por eso, hay gente en el mundo que no se atreve a convertir lo que ama, en su trabajo.
Si no tenemos interés, no podemos esperar un mayor crecimiento y evolución, por lo que tratamos de no olvidar que amamos el café. Si queremos seguir haciendo este trabajo y estar involucrados con el café durante mucho tiempo, tenemos que ser conscientes de ello para no perder el interés.
Las relaciones humanas se pueden profundizar no solo compartiendo buenos momentos, sino también trabajando juntos para superar etapas difíciles. Kankan y Shier, que son marido y mujer, pero también camaradas, han recorrido juntos un camino con altibajos al convertir el café en su negocio.
Si algo sucede en el trabajo, sea bueno o malo, tratamos de compartirlo y discutir las cosas racionalmente. Con mayor razón después de abrir la tostaduría, ya que estamos trabajando en lugares distintos. Obviamente, hay situaciones que traen consigo emociones negativas, pero no podemos evitarlas. Con frecuencia nos llevamos a casa historias del trabajo, pero, para crear un progreso concreto, antes de hablar tratamos de solidificar nuestros pensamientos.
Hemos tenido la suerte de tener muchos intereses en común, pero somos personas diferentes, de modo que los desacuerdos son inevitables. Sin embargo, eso no afecta a nuestra relación privada ni a la vida cotidiana. Se necesita mucho esfuerzo para transmitir lo que se quiere a los demás. Gracias a las repetidas discusiones por las que a veces hemos llegado a pelear, hemos profundizado nuestra comprensión mutua y nos hemos vuelto más tolerantes.
Puede ser que nuestra relación se parezca a saborear una taza de café, porque esta bebida puede tener también aspectos buenos y malos. Sin embargo, dado que es algo subjetivo, es natural que cada quien tenga una percepción distinta. Al compartir estas diferencias e intercambiar opiniones, creo que podemos disfrutar el café aún más profundamente. En lugar de tapar los aspectos negativos o hacer la vista gorda ante ellos, hay que ponerlos sobre la mesa, enfrentarlos y aceptarlos de manera positiva. Manteniendo el equilibrio de esta manera, también hemos dado mucha importancia a disfrutar hablando sobre el café.
Para bien o para mal, las personas nos acostumbramos al ambiente y realidad que nos rodea. Mientras uno sea consciente de esto y no ponga resistencia, le esperará una vida sin altibajos empujada por la inercia. Ellos eligen renacer de nuevo precisamente porque saben lo difícil que es no olvidar su punto de partida.
Texto: Tatsuya Nakamichi
MY FAVORITE COFFEELa taza de café que enriquece mi vida
El café que más me gusta es el que preparo con utensilios simples para mi marido y para mí, una mañana de un día feriado en que hemos dormido hasta despertar de manera natural. Aunque no sea un café especialmente trabajado o caro, lo disfruto mucho.
PELOSO COFFEE ROASTERY
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