Dak Coffee Roasters Veronique Lagarde / Louis-Philippe Boucher

Dak Coffee Roasters

Veronique Lagarde / Louis-Philippe Boucher

Bienvenidos al viaje del café. Una pareja que no se termina de instalar, nos cuenta su experiencia transcultural con el café

En el año 2019, en Ámsterdam (Países Bajos), ciudad con muchos inmigrantes extranjeros y culturas mixtas, se fundó Dak Coffee Roasters. Es una tostadora que tiene muchos clientes, no sólo en los Países Bajos sino también en Reino Unido, Irlanda, Polonia, República Checa, Eslovaquia, entre otros países.

Los cofundadores Louis y Veronique, son ambos de Montreal (Canadá). Son compañeros de negocios y de vida que ya han vivido también en Italia y Reino Unido. Conozcamos un poco más a estos dos aventureros que dicen ser “forasteros que constantemente descubren cosas nuevas”.

Toda la experiencia del café en un solo lugar

Ellos querían trabajar dentro de la cadena de suministro del café, donde les sea posible ver toda la industria, desde la plantación hasta el servicio al consumidor. Con esta idea, Dak Coffee Roasters puso en marcha su tostadero, sin tienda, que vende principalmente por Internet y al por mayor. El envase del producto lleva un llamativo logotipo que lo identifica inmediatamente como el café de Dak.

Los clientes siempre preguntan si es hombre o mujer, pero depende de cada quién cómo ve el dibujo. Le pedí al ilustrador que dibujara un personaje de género neutro. Muchos clientes se interesaron por nuestro café gracias al logotipo, y eso nos ayudó en los primeros días de nuestro negocio.

Nos cuenta Veronique, responsable de marketing y de la gestión de marca. La marca y el abastecimiento de granos verdes son el núcleo de Dak, cuyo anhelo es ofrecer al público el “lujo asequible”, que sería un café de primera clase pero accesible.

La marca es muy importante para conectar con los clientes. Hay muchos tostadores excelentes en el mundo y cafés similares en el mercado. Queremos crear una experiencia en la que la gente reconozca al café de Dak.

Las características de Dak no sólo se reflejan en su logotipo, sino también en su café. Les gusta experimentar y han incorporado a su lista un café fermentado con un método similar al del vino, y además en verano venden cafés de infusión en frío enlatados. Nuestra amplia lista de cafés forma parte de la identidad de Dak, dice Louis, responsable del tostado.

Algunos son muy fuertes para ser tomados al despertar, o no son adecuados para más de una taza. Queremos ser los primeros en compartir los nuevos descubrimientos y ofrecer las diversas posibilidades que tiene el café. Queremos ser una ventanilla donde se puedan experimentar diferentes experiencias cafeteras.

Para ofrecer una experiencia más directa, Dak participa en eventos poniendo su puesto, para crear oportunidades de contacto directo con los consumidores. En el reciente Festival del Café de Ámsterdam, se centraron en ofrecer productos caros, como el café de unos productores colombianos con iniciativas especiales, y dicen que los clientes les preguntaban si no estaba muy caro para ser el precio de un café, pero muchos acababan comprándolo.

Cuando el cliente ve algo caro, naturalmente hace preguntas sobre eso. Ahí es cuando uno tiene la oportunidad de explicar la historia de ese café. Queremos ofrecer un viaje de nuevos conocimientos y descubrimientos a través del café.

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Viaje aventurero del café

Ellos comenzaron este viaje cuando estaban en la universidad. Louis quería vivir en Europa después de graduarse, y en su último año conoció a Veronique, con quien compartió su sueño. Junto con Veronique —que se decidió a acompañar a Louis— viajó a Milán en el 2014. Se casaron en el 2015 y se mudaron a Londres, donde Louis consiguió un trabajo de finanzas y Veronique de marketing. A Ámsterdam se mudaron en el 2017.

Estuvimos viendo diferentes ciudades para mudarnos y nos gustó mucho el ambiente de la ciudad de Ámsterdam. Hay muchos inmigrantes y se mezclan diferentes culturas, así que nos sentimos bienvenidos y nos planteamos cómo sería vivir aquí, cuenta Louis.

Los Países Bajos, un “país de tolerancia” que acoge desde hace tiempo a los inmigrantes, ha desarrollado un sistema que tiene en cuenta a los residentes extranjeros, incluyendo incentivos fiscales. Además, poder vivir hablando inglés fue una gran ventaja para ambos.

Tras mudarse, Louis entró a trabajar en un fondo de capital riesgo, mientras que Veronique se convirtió en comercializadora independiente. Nunca habían trabajado en la industria del café, pero al compartir el mismo gusto y disfrutar juntos de él, fueron deslumbrándose con la profundidad del mundo cafetero.

Louis ha sido bebedor de café desde que era estudiante. Tomaba uno a dos litros al día. Yo no era para nada cafetera en ese entonces, pero al visitar cafés con Louis en nuestros viajes, me atraían los estilos.

Por ejemplo, en Italia, el estilo para tomar café es el de “bar” y se toma de pie; está diseñado para crear interacción entre el personal y los clientes. Los cafés neoyorquinos, en cambio, tienen mesas y están pensados para que la gente pase su tiempo como quiera, trabajando o leyendo. Los cafés japoneses tienen una decoración mínima y están diseñados para que la gente se concentre en disfrutar su café. Me llamó mucho la atención las diferencias de estilo que reflejaban cada cultura.

Lo que animó al dúo a crear su propia empresa también fue la experiencia de Louis en el sector del capital riesgo, donde conoció la pasión de los emprendedores. Una vez hizo una oferta a un emprendedor para adquirir su empresa. A pesar de ofrecerle la suficiente cantidad de dinero como para que nunca más trabajara en su vida, el dueño se negó a vender y tuvieron una acalorada discusión.

En respuesta a Louis y a sus compañeros que no lograban entender, el dueño dijo: “Esta empresa es mi vida. Si no es a la persona adecuada para ese negocio, no puedo venderla. Así ganase todo el dinero del mundo, volvería a crear exactamente la misma empresa. Así que no hay razón para renunciar a ella ahora”.

Fue una sensación que, como empleado, nunca había sentido. Amar tu negocio y ponerle toda tu pasión a tu empresa. Fue algo muy poderoso, muy impresionante, y sus palabras me dieron ese empujón.

Para ambos, el café de especialidad con su variedad de sabores que caracterizan a cada región, dieron color a su “viaje”. Interesado en el tueste y tomando un curso de tueste de una semana en Berlín, Louis se convenció tras unos cuantos tuestes, de que eso era a lo que se quería dedicar. Fue así que decidió emprender su negocio. Todo sucedió de forma natural, dice.

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Una relación para complementarse

En el verano del 2019 la pareja fundó Dak Coffee Roasters en Ámsterdam, donde ya había establecido su base de vida. La falta de contactos y la necesidad de desarrollar ventas desde cero, así como el mínimo conocimiento del idioma holandés, les situó en desventaja en el mercado nacional holandés. Su plan era seguir trabajando de forma paralela durante un tiempo.


Sin embargo, los pedidos desde el exterior impulsaron el negocio. Los pedidos llegaron uno tras otro, no sólo de países con poder adquisitivo como Reino Unido, sino también de países de Europa del Este. Se fue extendiendo hasta llegar a ser reimportado a los Países Bajos. Veronique, que trabajaba en otro oficio como subcontratada, se terminó involucrando profundamente en el proceso de toma de decisiones a los dos meses de emprender. Veronique recuerda: Fue inesperado que ambos estuviéramos involucrados a tiempo completo a los dos primeros años de fundación de la empresa.

Muchos nos expresaron su preocupación por trabajar con nuestra pareja y al principio temían que nuestra relación se resquebrajara. Pero cuando lo hicimos, nos dimos cuenta de que podíamos compensar las debilidades de uno con las fortalezas del otro. Muy rara vez peleamos.

Louis, por su parte, también analiza los factores que le han hecho mantener su relación y hacer crecer constantemente su negocio, afirmando que tienen habilidades complementarias.

Por ejemplo, si no estamos de acuerdo con la marca, al final respetaré su opinión. Ella tiene más conocimientos y experiencia que yo. Al revés es igual. Nunca discutimos en las áreas de especialización de cada uno.

En sus ocho años en el extranjero ellos han compartido lo bueno y lo malo, y avanzado apoyándose mutuamente. Gracias a esa base, la relación se ha fortalecido en vez de malograrse, incluso después de ser socios en los negocios. Aunque deciden juntos muchas tareas, como el abastecimiento y el control de calidad, también son una combinación perfecta en cuanto a personalidad.

Ella es mucho más aventurera y valiente que yo, y no duda a la hora de comprar cafés caros; mientras que yo, cuando doy con un café que me gusta, soy el que se emociona y quiere comprar un montón. Ella me anima a manejar la gama de cafés más amplia posible, y siempre le pregunto si el precio que paga por un café merece la pena, dice Louis.

La pareja, que ha construido la base de Dak, ha contratado en estos últimos seis meses a alguien que se encargue de los envases y recetas de café, y a un experimentado gestor de cuentas. Ahora que son un equipo de cuatro personas, siguen respetándose y trabajando en sinergia.

Nuestro criterio de contratación es: tener una especialidad mejor que nosotros. Nuestro objetivo es ser un grupo de expertos con los mejores miembros haciendo el mejor trabajo.

Fusión con otras culturas

Una vez que uno sabe que la pareja ha estado viajando cruzando fronteras, la diversa gama de cafés de Dak parece una puerta de entrada a un mundo desconocido.


La hora del café se disfruta de forma diferente en cada país. Cuando vivía en Canadá, el café era para mí algo que compraba para llevar y beber en el camino, como combustible para seguir avanzando. Pero cuando fui a Italia, no había esa cultura de caminar con el café. El café no era algo que se tomaba mientras se hacía algo, sino una especie de actividad para saborearlo, aunque sea cinco minutos. En cambio, en Londres, donde el “flat white” es un fenómeno social muy extendido, cada cafetería tenía una forma diferente de servir el café, ofreciendo una experiencia única de cada lugar. Queremos compartir este viaje del café y mezclarnos con diferentes culturas, dice Louis.

Como ellos saben por su experiencia adaptarse a nuevos entornos, siempre son tolerantes con los que son diferentes a ellos.


Siempre tengo la mente abierta y soy sensible a las diferencias. En diferentes lugares la gente local nos aceptó y acogió, aunque fuéramos diferentes a ellos. Por eso también intentamos aceptar lo diferente, nos dice Veronique.

¿Adónde se dirigirá el viaje de Dak, ahora que ha absorbido las culturas de otras regiones? Veronique nos habla de su visión a largo plazo:

En el futuro, quiero llevar a Dak a través de países y continentes hacia diferentes culturas. Quiero abrir tiendas pop-up (fugaces) en todo el mundo, como en Japón, Sudáfrica y Colombia, y trabajar con tostadores de la región.

Pero sea cual sea la forma, mantendremos el concepto y el enfoque de la marca. Nuestra misión es contar con una variada gama de cafés en todo momento, para llevar a nuestros clientes a un viaje cafetero. No nos rendiremos si alguna cultura demanda un café más completo y profundo, como en Italia.

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Salir de la zona de confort

En lugar de vagar en busca de un refugio seguro, los dos disfrutan de su aventura. Louis nos cuenta de dónde sale esa energía.

A mí me gusta salir de mi zona de confort. Estoy dispuesto a saltar a diferentes áreas lingüísticas y culturales y cambiar mi vida cotidiana. Esto es porque creo que las personas crecen y descubren más sobre sí mismas cuando salen de su zona de confort. Al principio puedes pensar que no vas a poder con las dificultades. Pero, con el tiempo, encuentras soluciones y puedes disfrutar.

Lo mismo es a la hora de asumir nuevos retos en la empresa. Por ejemplo, cuando el año pasado vendimos por primera vez latas de café de infusión en frío, fracasamos en el sentido de que fue difícil mantener las latas heladas durante la entrega y algunas explotaron en el viaje. Pero este año estuvimos bien preparados y a nuestros clientes les encantó.

。Cuando llegue el día en el que su espíritu aventurero sienta deseos de seguir creciendo, ¿se marcharán alguna vez de Ámsterdam, el lugar al que sienten apego? Hablamos mucho de ello, me dice Veronique.

No creo que nos quedemos en un lugar para siempre. Somos insaciables y el placer de superar las dificultades es adictivo, por lo que a veces nos metemos nosotros mismos en dificultades. Para nosotros es como un juego.

Pero tiene que haber un equilibrio en todo y la gente puede disfrutar al máximo de sus viajes porque tiene un lugar a donde volver. Cuando llegue el día en que dejemos Ámsterdam, la ciudad seguirá siendo un lugar seguro para recargar las pilas.

Texto original en japones: Mieko Karube
Edición: Tatsuya Nakamichi
Foto: Keng Pereira

MY FAVORITE COFFEELa taza de café que enriquece mi vida

Mi favorito es un etíope lavado por las mañanas. Los fines de semana mi esposo me prepara un buen capuchino mientras me alisto. Es la hora de café más agradable. (Veronique)

Me gusta tomar café de filtro en las tardes de fin de semana, tumbado en el sofá en pijama con un libro en la mano. El tipo de café lo elijo en el momento. Me encanta ese momento en el que puedo tomar mi café relajado. (Louis)

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