Al final lo importante son las relaciones humanas. Un vínculo que nace de querer apoyar a alguien
Mameporepore es una cafetería de especialidad abierta en Okinawa en 2010. En 2018, su propietario, Yoshiyuki Nakamura, ganó la competencia nacional de tostado y el segundo lugar en la competencia mundial de la misma disciplina. A pesar de que han pasado más de 10 años desde que inauguró su negocio, su curiosidad hacia el café no ha disminuido. En 2022, ganó su segundo campeonato nacional y actualmente se está preparando para la competencia mundial. Para Nakamura, su primer viaje a África —donde conoció a los productores— fue una oportunidad para reconfirmar lo que quería atesorar.
Al conocer a la persona, se convierte en algo especial
Cuando pienso en este viaje, lo primero que me viene a la mente es Tanzania. No tenía grandes expectativas para esta región al no ser precisamente famosa en la producción de café de alta calidad, pero me decepcionó gratamente.
En la finca de don Leon: Acacia Hills (Tembo Tembo), hicimos catas de Kent, Pacamara y Geisha. Notamos el gusto original de cada variedad claramente y sentimos muy bien su diversidad.
Si bien hubo algunas tazas excelentes, también hubo unas que no coincidían mucho con el método de procesamiento. Cuando le pregunté a don Leon el porqué, dijo que se debía a una solicitud de un tostador. Por la forma en que él escuchaba nuestros comentarios, pude intuir que está pensando constantemente en la forma de crear mejores resultados y asumiendo desafíos, por lo que tengo buenas expectativas de sus futuros productos.
Una de las imágenes más impresionantes fue que la finca y el almacén donde se guardan el grano de café verde se mantienen muy bien cuidados. Me dio la sensación de que este grano fue criado con mucho cuidado y esmero.
Después de regresar a Japón, ofrecimos cuatro tipos de grano de café verde de don Leon. Para que los clientes puedan disfrutar de la diferencia de matices, hemos comprado la misma Geisha de diferentes fincas. En la cafetería, planeamos ofrecerlo como un conjunto para comparar cafés.
Sea como fuere, pienso que fueron cuatro días en los que pude sentir la personalidad de Leon. Por ejemplo, brindamos en una colina con una vista preciosa. La puesta de sol sobre las montañas fue tan hermosa que me dejó una impresión duradera. Tuvo muchos más detalles y me sentí tan contento de que dedicara su tiempo y preparara tantas cosas para nosotros que me entraron ganas de apoyarlos cada vez más. Debido a su personalidad amable, el sabor del café también nos pareció amable.
Gracias a que compartimos este tipo de momentos, el café de don Leon se convirtió en algo especial. No es que presuma ante mis clientes, pero me gustaría recomendarlo diciéndoles algo como “¡miren, este es el café de don Leon!”.
El proceso de crecer es también un placer
En nuestro local, siempre estamos pendientes de tener una línea que permita disfrutar la diversidad de sabores. Creemos que es interesante tener cafés que sean estereotípicos de una zona y otros que no; o sea, el kit de un grano ortodoxo y otro fuera de serie. Como aún no sabemos cuál es el sabor típico de Tanzania, queremos que la gente disfrute de su diversidad.
No hay respuestas correctas del tipo “como es de Brasil, ha de ser así” o “como es Geisha, será de tal manera”. Lo que queremos es que nuestros clientes sepan que el café varía según la región, la finca o su productor. Que cada grano tiene personalidad y que sopesarlos no tiene sentido. Y es que yo inauguré este negocio con el afán de compartir con la gente las sorpresas que me da el café al disfrutarlo.
Hay también otras formas de disfrutar el café. Cuando visité Guatemala hace seis o siete años, un agricultor me dijo que estaba pensando en plantar Geisha.
Cuatro años después, me envió una muestra de su primera cosecha de Geisha. Como el cafeto era joven, estaba inmaduro y el sabor era suave, pero sentí que podría mejorar cada vez más en el futuro, así que decidí comprarlo. Incluso si se trata de un sabor inmaduro, si pienso que degustarlo en ese momento es una oportunidad única en la vida, siento cierto cariño hacia él.
Actualmente vendo en el local la cosecha del segundo año de Geisha de ese productor. La dulzura ha aumentado, el sabor es más fuerte y la calidad es claramente más alta que la del primer año. Estoy seguro de que su sabor seguirá creciendo, y el verdadero placer es poder compartir ese disfrute con mis clientes.
Siento que el café que le compré a don Leon en esta ocasión tiene un potencial similar. Tengo muchas ganas de ver cómo evolucionará su sabor en el futuro.
La gente se junta en sitios divertidos
Una de mis experiencias más memorables en Kenia fue visitar tres cafeterías tostadoras de café de especialidad. Fui a una del que salieron los ganadores del primer al tercer premio del concurso nacional de aeropress y también conocí al campeón nacional de barismo. Al conocerlos, me demostraron que realmente disfrutaban su trabajo.
La calidad del café que se consume en Kenia no me pareció tan buena, pero la industria del café de especialidad de Kenia continuará desarrollándose. Me emocionó mucho pensar que, si los baristas y tostadores nacionales se unieran a los caficultores, conseguirían resultados inimaginables.
Después de todo, las personas se reúnen en lugares divertidos, y cuando las personas se reúnen, las posibilidades de lo que pueden hacer se expanden. Fue una oportunidad para reafirmar que esto es igual en todas partes.
Hemos realizado tres eventos de café de forma independiente hasta ahora, en 2016, 2019 (Festival del Café de Okinawa) y 2023 (OKINAWA COFFEE NUMA DAY). Al involucrar a mucha gente, la escala simplemente aumenta y la gama de cosas que se pueden hacer también se expande. Al divertirnos mientras lo hacemos, el entusiasmo se contagia al público y los competidores que participan en el torneo ganan mucho.
El NUMA DAY de este año también me pareció que tuvo más de 10,000 visitantes, y siento que Okinawa es un lugar con mucho potencial por desarrollar en cuanto al consumo del café de especialidad.
Queremos apoyar a personas que lo dan todo
Recientemente, el número de personas que trabajan en el cultivo del café en Okinawa está aumentando poco a poco. En 2016, ADA FARM se convirtió en la primera empresa en Japón en obtener la certificación de café de especialidad, lo que puede haberle dado cierto impulso. Okinawa está ubicada en el límite norte del área donde se puede cultivar café (25 grados de latitud norte y sur a través del ecuador). Dada su baja altitud y sus frecuentes desastres naturales, no es un área caficultora idónea.
Asumir el desafío de cultivar un café delicioso en un entorno así es casi una locura. Creo que es posible hacerlo solo porque hay pasión, y me surge de manera natural el querer apoyarlos.
Cuando pienso que estos productores han ganado premios en concursos como el COE (Copa de la Excelencia) en donde se compite por la calidad y que esto es la suma del esfuerzo y el resultado de sus desafíos, me entran ganas de apoyarlos. Como alguien que ha participado en varios concursos de tueste, puedo entender por experiencia que, si no inviertes tiempo y dinero en la práctica, no podrás lograr resultados.
Por eso compro café de esos productores que están probando cosas nuevas, independientemente de su calidad. Hay riesgos en términos administrativos y hay momentos en los que la evaluación del cliente no es buena. No obstante, creo que me gana la emoción de querer apoyar a la gente que se esfuerza y trabajar con ellos.
Sea como fuere, fue un gran logro para mí conocer a alguien como don Leon, un gran apasionado por el café. He estado en varias áreas de producción hasta ahora, pero al final, no se trata del país, la región o la variedad, sino de que conocí a una buena persona de casualidad en Tanzania. Al final, creo que lo más importante son las personas.