19grams

El lema de “19grams Coffee Roasters” —con sede en Berlín (Alemania)— es “el equilibrio entre el negocio y la ética (los valores morales)”, que sigue generando beneficios al tiempo que cumple su responsabilidad con la sociedad. Mars Ng, la actual jefe de tostado y producción de “19grams”, se incorporó a la empresa en el 2017. Lleva casi siete años en el sector empezando como barista. Gracias al viaje de TYPICA Lab para visitar a los productores de Tanzania y Kenia, ha adquirido una nueva perspectiva del trato con el café.

Comprar a alguien de confianza

Ya estuve en regiones cafetaleras cuando participé en competencias, pero el motivo principal fue la cata y solo visité brevemente dos fincas.

En este sentido, este viaje de visita a los cafetales con TYPICA fue completamente diferente. El objetivo principal fue conocer a los productores, que nos muestren su finca, conversar a fondo con ellos y conocer su visión y personalidad.

Francamente, en el mundo hay muchos cafés buenos. Las empresas de exportación e importación presentan sus historias y fotos con fines de marketing, pero todas son muy parecidas y no dan ganas de “comprarle a esa persona”. Esto es porque no sabemos realmente si están haciendo cosas buenas o cuáles son sus preocupaciones.

Por eso, esta vez, después de interactuar con el productor, quise seguir comprando el mismo café a esta persona durante años. Si logras fortalecer una relación con un apasionado productor en especial, tendrás un “motivo especial” para comprar café. También quería aumentar la proporción de comercio directo en el que pudiera trabajar con ellos para mejorar la calidad.

Lo ideal sería visitar todas las zonas cafetaleras de donde compramos nuestros granos verdes y entablar relaciones con todos los productores, pero dado nuestro tamaño, aún no podemos permitirnos dedicar tantos recursos. Además, no creo que tengamos que ceñirnos necesariamente al comercio directo que no implica intermediarios. Aunque sea indirectamente, es importante elegir una empresa de confianza porque comprándoles se ayuda a los productores.

El mundo mejor que hace una mejor elección

Siempre he querido pagar un precio justo por el café hecho por los productores para mejorar la industria cafetera y la sociedad. Sin embargo, los principales criterios para seleccionar el café a comprar eran: el sabor, la calidad, el mercado y el precio. Un productor que marcó la diferencia para mí es George, un pequeño caficultor de Tanzania.

Aún lo recuerdo intentando hacer lo que podía para mejorar la calidad del café, aún con recursos y equipos limitados. Repartía plantones a los agricultores vecinos para fomentar la producción de cafés de especialidad en toda la región.

Aunque no pude tomar la decisión de comprar su café por no ajustarse a nuestras necesidades, me conmovió y me dieron ganas de apoyarlo. Apoyando a TYPICA, que lo apoya, pienso contribuir a mejorar el entorno de cultivo y el método de procesamiento del café que él produce.

Después de conocerlo fue que empecé a pensar que a la hora de elegir los granos de café verde hay que tener una perspectiva ética y humana sobre qué es lo que el productor y la finca cuidan y si se quiere apoyarlos. No significa que haya excluido criterios como la calidad y el precio, sino que ahora también tengo en cuenta esos factores.

Uno de los beneficios del viaje fue una mayor conciencia de lo que es bueno para la industria y la sociedad. Me ayudó a comprender mucho más que, apoyar a la gente que debe ser apoyada conduce a una industria más saludable y sostenible. Hay una gran diferencia entre lo que leí en los libros y lo que vi con mis propios ojos.

Lo importante, tanto para una empresa como para un individuo, es seguir tomando mejores decisiones desde el punto de vista ético. Esto se aplica no sólo al café, sino también a los envases, alimentos, y todos los bienes y servicios que compramos. No puedo decir que siempre tomo las mejores decisiones, pero sigo intentando elegir mejor.

Compartir es pensar en el prójimo

Organizo catas públicas como una actividad personal una o dos veces al mes. La mayoría de los participantes son baristas y aficionados del café que no realizan catas en su trabajo. Para hacer más accesible el café de especialidad, quiero crear una comunidad en la que todo el mundo sea bienvenido, independientemente de su experiencia o formación.

Lo cierto es que, mayormente, los únicos que pueden participar en las sesiones de cata de la empresa son los tostadores. Igualmente, los baristas y los entusiastas, por más profundo que sea su amor por el café, pocos tienen la oportunidad de participar en catas por no ser profesionales con experiencia.

Además, así pudiesen participar, si carecen de conocimientos y experiencia, suelen sentirse abrumados o intimidados por las diferencias con los demás participantes y dejan de intentarlo. Es una gran pérdida para la industria. Me gustaría que más personas se apasionaran por la industria del café, pero es difícil apasionarse por algo de lo que no sabes nada. Aquí es donde la educación es la clave.

Pero si desde el principio están tropezando o si no les dejan entrar al círculo, la gente pierde el interés. Porque pierden la oportunidad de enamorarse. Por eso quiero ofrecer un lugar en el que todos puedan expresar sus opiniones sin miedo. De hecho, yo mismo a veces aprendo sobre degustación de personas que no saben mucho de café. Tienen una forma de describir los sabores que a mí nunca se me hubiera ocurrido y que no está limitada por jergas del sector.

También es el camino por el que yo mismo anduve. Cuando participé en catas cuando aún no tenía experiencia, la gente a mi alrededor decían seguros de sí mismos lo que les parecía el sabor del café, mientras que yo ni siquiera podía notar la diferencia entre uno u otro.

Mi misión es crear oportunidades para que todo el mundo pueda acceder al café, de modo que una persona más pueda enamorarse de él. La frase “compartir es pensar en el prójimo” es como la luz que guía mi vida.

Confiar en que la naturaleza humana es buena

Mi trabajo anterior era gerente de hotel. Me iba bien en mi carrera profesional y en mis ingresos, pero no me gustaba lo que hacía, así que a medida que me fui haciendo mayor, empecé a darme cuenta de que no podía seguir trabajando en algo que no me apasionara. No había nada en ese trabajo que me levantara el ánimo.

Al principio, como gran amante del café, me metí en la industria cafetera porque quería saber cómo prepararlo. A medida que iba aprendiendo más cosas sobre el café, pasando de mesero a barista, me cautivaba la diversidad de las distintas regiones, los distintos métodos de procesamiento y los diferentes sabores. Me di cuenta de que el café no es café y nada más.

Casi siete años después, mi pasión y mi amor por el café no han hecho más que aumentar. Ya que trabajo en este sector, quiero que sea mejor, y trabajo todos los días con el deseo de mejorar esta industria. No sé cómo explicarlo, pero supongo que soy ese tipo de persona que intenta hacer lo correcto y proteger a los que no tienen mucho poder.

Creo que la naturaleza humana en muchas personas es querer hacer cosas buenas por el mundo y querer que el mundo sea un lugar mejor. Por ejemplo, la mayoría de las personas se sienten tristes y se conmueven si ocurre una desgracia. Los humanos no siempre estamos de acuerdo, pero creo que la mayoría intenta ir en la buena dirección.