Tanzania

Tanzania está situada en el centro de África Oriental. La capital oficial es Dodoma, pero la antigua capital Dar es-Salam funciona como la capital de facto. En Tanzania hay más de cien grupos étnicos, entre ellos los conocidos Masáis. Los Masáis aún sobreviven y conservan su cultura, principalmente en el norte.

La riqueza de la naturaleza y la fauna de Tanzania, que incluye: el Parque Nacional del Kilimanjaro en el norte, el Parque Nacional del Serengeti y la Zona de Conservación del Ngorongoro, atraen a muchos turistas internacionales. El norte del país sigue albergando un gran número de inmigrantes alemanes y de otros países europeos debido a su historia colonial. El sur es rico en cultivos agrícolas y recursos minerales, y también es activo el comercio con países vecinos como Zambia, Malawi y Mozambique.

Tanzania prosperó gracias al comercio de marfil, oro,  especias (condimentos vegetales) y esclavos, desde el siglo VII al XV. La ocupación portuguesa tuvo lugar en el siglo XV, seguida por el dominio colonial alemán en el siglo XIX y el británico en el siglo XX. Se independizó del Reino Unido en 1961.

Sobre su industria, exporta café y otros productos agrícolas como el té y las especias, que representan el 80% del total de las exportaciones. El país también es rico en recursos minerales como el oro y el níquel, y es famoso por la tanzanita, una piedra preciosa de color azul-púrpura. El turismo representa el 25% de los ingresos en divisas, y el número de turistas que visitan los parques naturales del norte y la isla turística de Zanzíbar —cercana a Dar es-Salam— sigue aumentando.

La producción de café en Tanzania

El café se introdujo en Tanzania desde Etiopía en el siglo XVI, y hay registros de que la tribu Haya del noroeste lo bebía como estimulante y lo utilizaba como moneda. En el siglo XIX, los misioneros católicos trajeron el café desde la isla La Reunión. Alemania, que dominaba en aquella época, tomó la iniciativa y la producción de café se desarrolló principalmente en el norte.

Tras su independencia en 1961, el gobierno de Tanzania estableció grandes cafetales en el sur del país e intentó incorporar sistemas cooperativos, pero éstos no fueron aceptados por los caficultores y provocaron la disolución de la mayoría de las cooperativas. El sistema mejoró notablemente con la privatización de la industria cafetalera a principios de los años 90, con subastas y clasificaciones (AA, AB, etc.) realizadas por la Junta del Café de Tanzania (TCB). Los caficultores pueden ahora subastar sus productos en la “Bolsa de Café de Moshi” o fijar sus propios precios y vender directamente a compradores y exportadores.

Japón y Estados Unidos son los principales exportadores de café tanzano. En particular, Japón ha logrado establecer la marca “Kilimanjaro” y tiene una demanda estable y elevada.

Acerca de AMCOS

En el 2018 se introdujeron repentinamente cambios en las normas de distribución. Se prohibió a los productores vender su café directamente a los compradores y exportadores, y sólo se les permitió venderlo a la cooperativa llamada AMCOS (Sociedad Cooperativa de Comercialización Agrícola). AMCOS está instalada en distintas zonas de Tanzania y el café se vende por cada AMCOS de cada región. Este cambio ha confundido a muchos interesados en el café. Una de las desventajas es que los compradores que han invertido previamente en un determinado caficultor ya no pueden comprar café directamente de ese caficultor. Esto también afecta a los caficultores. Además, al no poder más los compradores participar en el procesado, se hace difícil el control de la calidad y la elaboración de productos que satisfagan sus necesidades. Sin embargo, también tiene sus ventajas. Los productores reciben sí o sí una ganancia justa de parte de AMCOS. Además, el café de alta calidad —que antes se vendía directamente— al ser comercializado a través de AMCOS puede que aumente la conciencia general de calidad de los caficultores. Por cierto, aunque la norma no se aplica a los grandes cafetales con licencia, el impacto de este cambio de norma en la industria cafetera tanzana es muy significativo, ya que el 90% de los caficultores de Tanzania son pequeños productores.

El sector cafetero de Tanzania recién está creciendo pero tiene un gran potencial, y es sin duda uno de los países productores en que los compradores han puesto su esperanza.

Texto original en japonés: Ayane Yamada