Peter Muchiri

Todo un revolucionario

Estudié contabilidad en la universidad y tras haber trabajado en una institución bancaria y en una empresa de consultoría, en 2012 fundé junto con mi esposa Rockbern. Lo cierto es que yo comenzara a trabajar con el café, se debe a una promesa que le hice a mi abuelo. Mi abuelo era un caficultor al que le apasionaba su trabajo. Cuando dejé nuestra aldea, le prometí a mi abuelo que revolucionaría la industria del café de Kenia. Mi abuelo falleció en el año 2008, a la edad de 88 años. Si hoy día siguiera entre nosotros, justo habría alcanzado los 100 años.

Yo nací en una familia de caficultores, así que comprendo la dificultad que conlleva producir café. Y con esta emoción como fuerza motriz, estoy convencido de alzarme como todo un revolucionario del mercado del café. La revolución que yo propongo es la de unir los tostadores con los productores para crear una relación en la que todos ganen. Este es un reto arduo y muy complicado. La razón de que sea tan complicado es porque nos enfrentamos a la oposición de ciertas empresas multinacionales. Estas empresas piensan que si se promueve un modelo de negocio directo, los productores se darán cuenta de la injusta situación actual y acabarán volviéndose más perspicaces. Por otro lado, también temen que el margen de beneficio de los productores se vuelva mayor. Las empresas multinacionales obtienen un enorme beneficio económico gracias a su falta de transparencia. Es por todo esto, que nos enfrentamos a una gran oposición.

Por mi parte yo poco a poco hago que esta forma de pensar cale en los tostadores y todas las personas con las que trabajo. Para provocar una revolución se debe ser perspicaz. No se debe morir por algo que no tiene valor. Uno debe comprender qué debe hacer y qué no. No basta con solo continuar hacia delante.

La política detrás del café

Entiendo que TYPICA trabaja bajo un modelo directo, es decir un modelo en el que se desglosa el valor generado por todos las partes involucradas desde el productor hasta llegar al tostador. Pienso que este es un robusto modelo de negocio, pero si tuviera que señalar una barrera, esa es la existencia de la política en el café de Kenia. Los caficultores son demasiado sensibles a esta política.

Todos los años, un gran número de compradores visitan las zonas productoras con vagas promesas de que desean comprar el café, pero al final dejan a los caficultores desilusionados. El año pasado tuvimos la visita de una gran empresa estadounidense, que finalmente no compró nada de café, obligándonos a nosotros a tener que invertir en su lugar. Cada vez son más las empresas que visitan solo para mirar.

Tras haber visitado un cafetal acompañado de un comprador, siempre recibo a la mañana siguiente la llamada del caficultor que me pregunta “¿Entonces van a comprarme el café?”. Y si yo les respondo “No, no van a comprar”, los caficultores piensan que solo han venido a mirar, y se complica el avance de negociaciones.

Los caficultores me llaman frecuentemente pidiéndome cosas. Y mantenemos conversaciones como: “¿Peter, no tendrás algún proyecto?” “Pues sí, sí tengo. Tal vez te pueda comprar tus 10 mejores lotes” o “¿Peter, no me puedes ayudar a mejorar mi calidad? “Vale, entendido. Lo vemos”. Ya que yo soy capaz de ponerme en la piel de los caficultores, me resulta muy fácil construir una relación con ellos.

El cafetal que visitamos ayer es el lugar donde nací yo, así como el lugar donde nació mi abuelo. Mi sangre pertenece a la de un linaje de caficultores, por lo que sin necesidad de decir nada explícitamente a los caficultores, me atienden a mí antes que a la cúpula de las empresas multinacionales y escuchan mis opiniones. Esta es nuestra mayor ventaja. Yo comprendo los retos a los que se enfrentan los caficultores, pero a la vez también comprendo lo que desean los compradores extranjeros. Es por esto que soy capaz de contribuir creando un canal comercial que une a ambas partes, de forma abierta y transparente.

Cuando yo visito a algún caficultor, me siento con ellos a charlar con calma. Y los caficultores escuchan lo que yo les cuento. Esto se traduce en que trabajemos juntos una y otra vez. Esta clase de logros con el tiempo serán capaces de producir un cambio en el sistema de Kenia en los próximos cinco o diez años.

Servir como inspiración

Tal y como conocen, el precio del café de Kenia ha experimentado un incremento repentino. Esto es porque la cantidad de producción del café sigue disminuyendo, pero la disminución no se debe solo al cambio climático. La mayor causa de esta disminución es la falta de motivación de los caficultores. Mi padre gestiona un cafetal, sin embargo él no desea obtener un gran beneficio económico. Él se siente satisfecho con obtener ingresos suficientes para vivir, por lo que tampoco piensa en desarrollar un modelo de negocio con su cafetal. Por otro lado, los jóvenes se van a la gran ciudad donde se desempeñan como trabajadores de bajo rango en la industria de servicios, la construcción, como conductores, entre otros. A la industria del café, por culpa de las empresas multinacionales, le falta transparencia. Es por esto, que los jóvenes no tienen interés y no piensan continuar con el legado caficultor de sus familias. Los jóvenes probablemente desean desempeñar trabajos que les hagan crecer y ganar dinero.

También para poder formar a las generaciones jóvenes, lo primero que necesitamos es que en ellos surja la pasión por el café. Hablándoles de forma concreta, en caso de que actúen siguiendo mis indicaciones, con gran certeza podrán producir un buen café con el que obtener debidos ingresos. Es por esto, por lo que comunico a los jóvenes que inviertan su propio tiempo y dinero en la producción de café.

Gran parte del personal que trabaja en las empresas multinacionales son personas a la antigua de tipo gubernamental, les falta inspiración, así que no tienen ninguna intención de provocar un cambio. Y si seguimos así solo seguiremos bajando hasta los infiernos. Nosotros ahora mismo nos encontramos en la posición de provocar una revolución que cambie esta situación actual. Yo pienso servir como inspiración de que el que negocio del café es algo maravilloso. Por otro lado, también existe la posibilidad de que modelos de negocio extranjeros como el de TYPICA provoquen un cambio en la industria. Yo creo que justo ahora estamos en el punto de salida.

Los tres pilares que soportan mi vida

Mi vida está soportada por tres pilares. El primero es la fe y la relación con Dios. El segundo es la relación con otras personas, en especial con la familia. Y el tercero es mi propia salud personal. Pienso que es muy importante mantener un cuerpo y una mente sana. Tal vez os sorprenda que entre estos tres pilares no haya incluido los negocios. Sí, así es. Esta es mi forma de pensar respecto a mi vida. Para mí la familia es la máxima prioridad. Tal vez yo sea de esa generación que piensa así.

Siento una mayor motivación por transformar el mundo, que por los beneficios económicos. Y ante todo, para mí lo más importante son las personas. Todo tiene que ver con las personas. El café es una bebida para hacer felices y unir a las personas. Yo creo en estas virtudes del café y pienso que el café hace felices a los productores, a los trabajadores, así como a todas las personas involucradas en su cadena de suministro. Dicho de otro modo, hacer felices a las personas es nuestro único valor.

Yo me reúno con todas estas personas, y pienso qué puedo hacer actualmente por ellas, con el deseo de construir una relación duradera para los próximos 10, 15 y 20 años. Yo cumplo con mis promesas laborales, si recibo algún pedido, lo entrego con certeza, y si se presenta algún problema, lo resuelvo con prontitud. Yo no priorizo los beneficios económicos, sino que priorizo a las personas. Asimismo, observo todo con una visión a largo plazo.

Yo compro café de la máxima calidad directamente de los caficultores, y soy capaz de asegurarles que a los caficultores les llegue la debida compensación por el precio que pagan todos ustedes. Esto es lo bueno de este modelo de negocio. Trabajaré con todas mis fuerzas para facilitarles este café a todos ustedes. Espero que prueben el café de Kenia.