Si visita empresas tostadoras de café en Europa, es probable que se encuentre muchos sacos con la palabra “32cup” escrita sobre ellos. A pesar de que 32cup ha cambiado su nombre a Sucafina Specialty, esta empresa es una de las importadoras más importantes de toda Europa. Kenyacof, empresa afiliada de Sucafina, es una agencia de marketing, molino de secado, así como empresa exportadora, que se dedica a unir a los pequeños productores de Kenia con los tostadores. Kenyacof es propietaria de la empresa Kahawa Bora, un centro para pequeños productores y cooperativas. La cantidad de producción de un pequeño productor de Kenia es de solo unos 50 sacos. Hasta ahora, lo habitual era mezclar estos pequeños lotes y unificarlos en un lote más grande, sin embargo, Kahawa Bora gestiona microlotes en cantidades a partir de un saco, en un esfuerzo de garantizar la trazabilidad.

Nosotros pensamos que podríamos comprender mejor sobre lo que está pasando en Kenia si comparamos y contrastamos nuestra interacción con Kenyacof y Rockbern al mismo tiempo. Por un lado, Kenyacof, una empresa multinacional, y por el otro, Rockbern, una empresa arraigada a Kenia, que opera en la industria agrícola desde la generación de sus abuelos. En esta ocasión, nos preguntamos cómo cada uno de estas empresas se enfrenta a la producción de café.

La resolución de problemas de Kenyacof

Mette-Marie (conocida como Mia), presidenta de Kenyacof , y Daniel, responsable del área comercio, son las dos personas que nos acompañaron en esta visita. Mia y Daniel anteriormente trabajaron juntos en Dormans, una famosa empresa exportadora de café. Dos años después de que Mia comenzara a trabajar en Kenyacof, Daniel le siguió y se unió como parte de la empresa. Dormans era una maravillosa empresa con una larga historia, pero ambos se vieron atraídos por el potencial de Kenyacof para revolucionar la industria. Mientras tomábamos café en la hermosa oficina de Kenyacof, Daniel nos presentó sobre la empresa.

Kenyacof fue fundada en el año 2014. Al principio, prácticamente la única actividad era la de café comercial, sin embargo, desde el año 2017, comenzamos a trabajar como agencia de marketing y a operar un molino de secado, y empezamos a enfocarnos en los pequeños productores.

Tal y como saben, la cantidad de producción de café de Kenia se está reduciendo, mientras que su precio ha experimentado un incremento repentino. Una de las causas es ciertamente el cambio climático, sin embargo, actualmente, también en Kenia se está agravando el problema del proceso de urbanización. Cierta empresa belga tenía siete cafetales en la provincia de Kiambu, pero ahora solo le quedan tres. En el año 2000, en Zimbabue entró en vigor una reforma agraria que redistribuyó la tierra de propietarios blancos entre la población negra. Lo que pasó es que esta empresa comenzó a vender sus cafetales, pensando que en Kenia podría pasar lo mismo.

En Kenia, las zonas de producción de café están relativamente cerca de Nairobi, la capital, a una distancia de unas dos horas en coche. En Kenia, debido a su notable crecimiento económico, la industria agrícola se está viendo amenazada por ser considerada un negocio obsoleto de baja productividad.

Nosotros hacemos uso de la tecnología para aumentar la producción de café en Kenia. Por ejemplo, hemos desarrollado un dispositivo de análisis del suelo, al que hemos llamado la pistola de café, y con el que podemos averiguar qué nutrientes le faltan al suelo. Uno puede visitar un cafetal, tomar una muestra del suelo, y descargar los resultados en un ordenador vía Bluetooth, así les ofrecemos a los productores información sobre qué nutrientes deben aportar y cuándo. Asimismo, contamos con un espacio de formación llamado Farmer’s Hub en donde damos clases sobre cómo cuidar los cafetos. Y le damos mucha importancia a la transparencia. Nada más recibimos el café de parte de los productores, les enviamos mensaje SMS con información sobre cómo se procesó el café, si fue calificado como AA o B, o sobre cuánto han subido los ingresos, entre otros.

Parece que Kenyacof, en respuesta a la bajada en la producción, se está centrando en mejorar la productividad de los cafetales que permanecen activos. Parece que sin duda han tomado una opción muy racional.

La forma de hacer las cosas de Kenyacof

“¿En qué se diferencian Rockbern y Kenyacof?”, le pregunté sin rodeos a Daniel.

Nosotros trabajamos como una agencia de marketing, invertimos en pequeños productores y trabajamos con ellos. Los pequeños caficultores en Kenia son codiciosos, si por ejemplo, el año anterior le compramos un café de buena calidad a un alto precio, incluso aunque este año haya bajado su calidad, nos piden que le paguemos el mismo precio. Es por esto que nosotros debemos mantener un estricto análisis y gestión de la calidad. A diferencia de nosotros, Rockbern no tiene una agencia de marketing ni molino de secado, ellos sí comercian directamente con los productores.

Por ejemplo, imaginemos que me dijeras “Quiero que me consigas un antílope”. Nosotros, ya tendríamos al antílope listo en su jaula para ofrecértelo, mientras que Rockbern, iría a la sabana y te buscaría el antílope. Este es un símil de nuestra diferencias.

Ambas empresas quieren resolver un mismo problema, pero sus enfoques son totalmente diferentes. La relación entre Rockbern y los productores es la de socios comerciales, ellos ofrecen consejos y oportunidades, pero no intervienen a fondo en la actividad de los productores. Por ejemplo, a Rockbern no le importa que los productores vendan su café a otros exportadores aparte de ellos. Kenyacof invierte en los productores y utiliza tecnología para animarles a que mejoren la calidad. En otras palabras, Kenyacof desarrolla su actividad empresarial en un modo en el que envuelve e incorpora a los productores. Esta es la mayor diferencia entre ambas empresas. Rockbern valora la identidad y la independencia de los productores, les facilita hacer un comercio directo en el sentido literal de la palabra, sin embargo, les podría llevar algo de tiempo resolver la problemática existente. Kenyacof trabaja de forma pragmática para mejorar la calidad y resolver los problemas de la sociedad, aunque, por otro lado sí que les podría costar un poco que los productores trabajen de forma autónoma.

La historia de Mette-Marie

El día siguiente, quedamos con Mette-Marie (Mia), quien nos contó con calma acerca de su historia. Ella es una europea residente en Kenia, posicionada en la vanguardia del café de especialidad de Kenia. Y es una profesional muy reconocida dentro de la industria mundial del café.

Cuando era estudiante en Noruega, trabajaba como barista en una cafetería llamada Kaffa. De esto hace 21 años. Ahí fue cuando comenzó a despertar mi interés por el café, y posteriormente, trabajé como encargada de compras de café verde en empresas tostadoras en San Francisco (Estados Unidos) y Canadá. Entonces, me llegó la oportunidad de trabajar en Dormans, y quedé totalmente prendada de Kenia. Esta es la razón por la que estoy aquí.

No me resultó difícil mudarme de Noruega a Kenia. Apenas hay dos horas de diferencia en el huso horario, y el viaje en avión tampoco es tan largo. Mi esposo nació en Zambia, pero se crió en Kenia, él es un hombre blanco, pero habla suajili con fluidez. La vida en Kenia, a veces puede ser frustrante, pero cuando trato con los problemas sociales en el país, brota en mí cierta pasión por hacer algo al respecto. Estoy segura de que si viviera en cualquier otro lugar, mi vida sería mucho más aburrida, tranquila y menos desafiante. Es justo por esto por lo que disfruto enormemente mi vida aquí.

Aquí, tengo que desempeñar muchas funciones diferentes. Un día puedo estar recorriendo un cafetal, y al día siguiente tener reuniones vía Zoom desde la oficina. Cuando regresé a Europa, eché realmente de menos este tipo de vida. En Europa, todos los días hacía lo mismo. Me levantaba por la mañana, iba a mi oficina, regresaba a casa, y al día siguiente hacía otra vez lo mismo. Y ahora vivo en un cafetal, así que a diario puedo disfrutar de las diferentes facetas de la finca.

Trabajar en Kenyacof

Tras haberse enamorado de Kenia, Mia decidió abandonar la empresa que la trajo hasta aquí, Dormarns, y se unió a Kenyacof.

Kenyacof es una empresa con un pequeño equipo, sentí que era justo lo que yo buscaba. A mí me encanta trabajar con el café y la naturaleza, desde que trabajaba en Dormans, ya tenía interés en los pequeños productores. Es justo cuando experimento esa conexión entre los pequeños productores y los microtostadores, cuando soy consciente de que estoy haciendo justo el trabajo perfecto para mí, y de que estoy haciendo lo correcta, de la forma correcta.

Nuestro trabajo es preparar la cadena de suministro para brindarle el acceso al mercado internacional del café a cualquier productor, por pequeño que sea. Si la calidad del café es alta, lo procesamos incluso aunque sea un solo saco. Nosotros somos capaces de hacer esto, porque poseemos nuestro propio molino de secado, creo que la forma del café del futuro es justo este modelo. Debido a que la producción de café de Kenia es escasa y el precio también ha experimentado un incremento repentino, nos es imposible competir por más tiempo en el mercado de café de especialidad. Creo firmemente en que la capacidad de evaluar cada uno de los lotes de los pequeños productores, y comercializarlos como microlotes, será sin duda la fortaleza de Kenia. Los compradores japoneses frecuentemente compran a grandes empresas con una marca ya establecida, y todavía nuestro modelo de negocio no ha despertado tanto interés en ellos, así que TYPICA se nos presenta como una excelente oportunidad.

En Kenyacof se catan a diario cafés de cientos de lotes. Nosotros pudimos presenciar la sesión de cata y nos quedamos atónitos al ver tantísimos lotes. El catador cataba uno a uno los cafés con el mismo movimiento y de forma consistente. A su lado le acompañaba un asistente, que anotaba sus comentarios. Entre las tazas había microlotes de café natural y café anaeróbico poco frecuentes de ver en Kenia. Estos lotes únicos, probablemente, sean muy valorados en todo el mundo. Este lote, acompañado de la historia personal de sus productores, podrá hacer que se comercialice como un café excepcional.

Asimismo, Mia también nos contó sobre los problemas sociales en Kenia.

La tasa de natalidad está bajando en Kenia, actualmente el 75 % es menor de 35 años. En un futuro próximo, es seguro que se produzca una falta de empleo, lo que detonará en un grave problema social. Nuestra generación debe estar lista para invertir en nuevas actividades empresariales que creen empleo. En la industria del café, muchos de los cafetales los gestionaban personas que llegaron al país en la década de 1960, ahora que ellos ya son mayores, no encuentran a nadie que suceda sus negocios. Esto se debe a que la mayoría de los jóvenes desea ir a las grandes ciudades a trabajar. Nosotros queremos atraer a más jóvenes a la industria agrícola, transmitiéndoles de que no se trata de producir café como un trabajador no cualificado, sino que hay oportunidades de participar activamente en la parte empresarial, o de crear relaciones con los compradores extranjeros.

¿Cuáles son las metas a la que aspira una empresa multinacional como Kenyacof?

Nosotros aspiramos a convertirnos en la empresa de café líder en café centrado en la sostenibilidad. En la actualidad, la tasa de café de especialidad proveniente de Kenia representa aprox. el 10 % de toda nuestra producción, y planeamos aumentarla hasta el 25 % para el año 2025. Y esto no es un mero objetivo, sino un plan específico.

Sentimos que gracias a nuestras conversaciones con Kenyacof y Rockbern, dos empresas diferentes que se dirigen hacia un mismo objetivo, nos hemos acercado un poco a la realidad de Kenia como país. Entre ellas también vemos una dicotomía en el método de resolver esta problemática: la autonomía o el liderazgo, el personal humano o la tecnología. En esta época en la que se hace un llamado a la importancia de la sostenibilidad, en la que todavía nadie tiene una respuesta clara de qué pasará, sin duda, tú también puedes ser partícipe en decidir el futuro.