Viajamos con Juan (de Nayra Qata) por la zona de Caranavi. Nos íbamos a reunir con unos pequeños caficultores que procesan su café donde Juan.
Fueron seis horas de viaje desde la capital, La Paz. Llegamos al hotel de Caranavi cuando ya era completamente de noche. El desértico hotel resort parecía desolado debido al coronavirus, pero era el único hotel de Caranavi con acceso a Internet y ducha caliente. Nos quedamos aquí durante unos días.
A la mañana siguiente nos dirigimos a un cafetal llamado Finca Senda Salvaje. Era una finca cuyo nombre significa “camino salvaje”. Se dice que los animales salvajes, como los jaguares, rondan la finca. La finca es propiedad de los esposos Carmelo. Cuando pasamos por la puerta de la finca había niños y perros correteando. Al parecer, el niño le había cortado el pelo a su hermanita jugando.
El Sr. Carmelo es uno de los principales caficultores de la zona de Caranavi, y a su alrededor está surgiendo una nueva comunidad de caficultores. Andrés —de 4 Llamas— de la nueva generación de caficultores, lleva dos años y medio trabajando en la producción y fermentación al lado de la finca de los Carmelo. Andrés experimenta nuevos procesos de fermentación con el café de Carmelo, y gracias a esa colaboración intergeneracional se está produciendo un café excepcional.
Hablamos con el Sr. y la Sra. Carmelo mientras nos tomamos un café.
—Hace más de una década, trabajábamos como gestores de calidad de la Copa de la Excelencia. Ahí conocimos excelentes cafés de muchos productores, y comenzamos a hacernos la idea de que algún día nos gustaría producir nuestro propio café. Un día, mientras llevaba muestras de diferentes zonas cafetaleras a la sede para su análisis, me di cuenta de que el café del terreno de una anciana era de excelente calidad. La anciana era demasiado mayor para administrar el cafetal, así que le compramos el terreno y le pagamos un poco más para que pudiera vivir bien. Estábamos convencidos de que el café de esta zona siempre ganaría los primeros puestos en los torneos.
—Esta tierra se caracteriza por tener manchitas de color oscuro por su riqueza en nutrientes. Yo sabía por experiencia que este tipo de tierra produce un buen café. Personalmente me gusta la variedad Java. Java es resistente a las enfermedades y sus cerezas brotan uniformemente, lo que facilita la cosecha. Además, se puede cosechar después de un año de plantación. El árbol de sombra es el ceibo. Crece rápido y sus hojas rápidamente se vuelven abono. Por alguna razón la gente dice que mi café es muy fácil de tostar. También se pueden sentir los sabores específicos de esta región.
—Mis padres y los de mi mujer cultivaban café y fruta. Mis padres tenían una plantación de cinco hectáreas, pero todo el café lo mezclaban para venderlo. Cuando empezamos a separarlo en diferentes variedades y a idear los procesos de fermentación, todo cambió. Mejoré lo que mis padres hacían. Yo también les digo a mis hijos que mejoren lo que nosotros hacemos.
—Hemos exportado café a Canadá, Estados Unidos y Japón, pero cuando la epidemia de roya se desató hace seis años, toda la distribución se detuvo. Después que renovamos la plantación damnificada por la roya sólo producíamos para el mercado nacional, así que es la primera vez que exportamos desde entonces. Nos encantaría trabajar con un comprador que sea un socio que cumpla su palabra.
A poca distancia del hotel en Caranavi, se encuentra la casa de la familia Carmelo, y al frente en diagonal de la casa hay una cafetería dirigida por la esposa y su hija mayor. En la casa de los Carmelo hay una habitación con un tostador de muestras, y montones de granos de café verdes esperando ser tostados.
La mañana siguiente de la visita al cafetal de los Carmelo, me levanté un poco temprano y fui a la cafetería de la señora a comprar café. Cuando llegamos a la entrada, una bonita chica estaba preparando las mesas. Había una máquina de café expreso, una mesa de cata y un gotero V60. En los estantes había varias placas de trofeos de la Taza de Excelencia. En la vitrina refrigerada se podían ver pasteles de cumpleaños bellamente decorados. Su hija es una experta pastelera. La madre me reconoció y se rió, como diciendo “Oh, eres tú”. La señora me cayó muy bien. Cuando le dije: “La comida de ayer estuvo riquísima”, me respondió: “¿Tal vez porque comiste con Andrés (porque Andrés es guapo)?”. Esta inteligente y bromista señora, es el soporte de la finca y la familia. Por cierto, el café que me hizo estuvo calientito y muy sabroso.